20070804

13 MAYORES CONSIDERACIONES

Sobre los diferentes puntos a trabajar.
Necesito apelar a mi propio imaginario.
Habitar yo ese mundo.
Pero trabajarlo para ficcionar.
El escritor escribe ficción.
Hace una relectura de la realidad.
Le da un nuevo sentido.
Para escribir diarios y proyectar mis problemas, ya está mi BLOG personal, no necesitaría escribir teatro y que la gente vaya a ver mi vida en escena.
¿A quién le interesa ver los traumas de otro?
Claro, a menos que sea alguien importante o con trascendencia mundial.
Pero a veces ni así.
Hueva y más hueva.
Mauricio Kartún dice que el teatro pertenece al espacio de lo sagrado.
La vida es el espacio de lo profano.
Lo profano no puede ser parte de lo sagrado.
A menos, claro, que eso profano sea alterado.
Se le quite su condición para que pueda ingresar al otro plano.
Y sí, esa es la tarea del escritor de ficción.
Al menos una de tantas.
Bien.
Sigamos.
Algo de pueblo y algo de ciudad.
Sobre lo de pueblo, regreso a mi referente más importante.
San Juan Teposcolula, Oaxaca.
El pueblo de mi papá.
En la Mixteca.
El país de las nubes.
Cuántos viajes a San Juan.
Cuántas cosas vividas en ese lugar.
Un eje vital en mi niñez.
Me viene un archivo enorme de imágenes.
Leyendas del lugar.
Personajes.
Ambientes.
Olores.
Sabores.
Me vincula directamente a mis raíces.
A una parte de mí que no viví.
Pero a la que pertenezco.
Es mi origen.
Me vincula directamente con mi padre.
Con esto puedo ir construyendo.
Es todo esto o apelar al imaginario de UN ACTOR que también es de pueblo.
Prefiero el mío.
Por facilidad, por vinculación directa y por egocentrismo.
La parte de la ciudad… es mucho más común.
No es necesario romperse la cabeza.

No hay comentarios: