20070804

12 VA DE NUEVO

Otra vez a coser.
Hay que hacer flores.
Gracias, abuela.
Miro la lista de elementos.
En general me son cercanos.
Ya antes he trabajado con ellos.
Hay dos caminos posibles respecto a las solicitudes.
El primero, es platicar con los que tienen alguna solicitud precisa de trabajo.
Problemas con mi padre.
Problemas con mi hermano.
Puedo platicar y preguntarles concretamente qué de eso quieren trabajar.
Cuál es su problema para poder abordarlo.
O…
La otra, es sólo tomar la línea tirada y trabajarla desde lo que yo tengo.
Lo más fácil es seguir esta segunda opción.
No me veo de psicólogo preguntándoles sobre sus problemas para ver cómo vamos a resolverlos con el texto.
Además no soy biógrafo, no voy a escribir la vida de ellos.
Prefiero apelar a mi propio imaginario en lugar de buscar en el de ellos.
Bien.
Problemas con el padre.
Yo tuve muchos problemas con mi padre.
Principalmente falta de comunicación.
Nuestra relación era un tanto lejana.
Había mucho amor, eso sí, pero platicábamos poco.
Cuando me llevaba a la escuela me veía forzado a platicar con él aunque no sabía de qué hablar.
Él me forzaba a platicar.
Y yo me sentía obligado.
Eso hacía más grande la distancia.
Problemas de confianza, les llamaba él.
Bueno, puedo trabajar con esto.
La ventaja de que eso ya esté resuelto es que da distancia y puede ser tocado sin problemas.
No abre yagas y deja el camino libre.
Problemas con mi hermano…
Esto sí está más difícil.
Mi relación con mis hermanos ha sido siempre muy buena.
Al menos con los hermanos oficiales.
Con mi hermano, concretamente, sólo nos peleamos dos veces.
A los puños.
Que decir que a los puños es un decir.
Porque ninguno sangró ni nada de eso.
Sólo nos alteramos.
En 25 años sólo dos veces.
Bueno, acá sí habrá que buscar más posibilidades.
Algo habrá que inventar.
Relaciones entre hombres sin que por eso la obra se atreva a pertenecer al llamado “teatro gay”.
“Teatro gay”.
¿Qué es eso?
Nunca he podido entender eso de “Teatro gay”.
“Danza gay”.
“Cosas gay”.
Puro mercadeo.
Fuera de eso, trabajar una obra donde prime lo masculino es un reto.
Mi mundo es muy femenino.
Crecí casi de la mano de mi madre.
Mi hermana fue siempre una presencia en mi vida.
Conviví, amé y admiré a mis abuelas.
Prácticamente el peso de mi formación lo tuvo la imagen femenina.
Y si soy honesto, mi escritura tiene mucho de eso.
Mi primer texto es sobre dos hermanas.
El segundo es sobre una abuela y su nieto.
El tercero es sobre mujeres en un rito.
Mi escritura es muy femenina y no me da pena decirlo.
Ahora debo trabajar la imagen masculina.
A ver qué pasa.
Relaciones familiares es un tema muy recurrido por mí en la escritura.
Lo mismo la muerte.
Lo mismo lo rural.
Lo infantil.
Lo lúdico.
Con esto no hay problema.
Ya antes lo he trabajado, pero aún hay mucho por decir al respecto.

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