20070804

21 LA MAGA SOPHÍA

Este año, los Reyes fueron SUMAMENTE generosos.
¿Los Reyes Magos?
No, los Reyes Ortíz, que son unos verdaderos magos.
Me trajeron el mejor regalo a parte de la vida.
Y de la familia que me dieron.
Y de la educación.
Y…
Bueno, si me voy a poner comparativo con todo lo que ya antes me han dado, me han traído sólo un muy buen regalo.
Sophía, se llama.
Es negra.
Un poco cuadrada.
Pero siempre dispuesta.
En cuanto la abres, empieza a trabajar.
Es lo más.
Me facilita demasiado el trabajo.
Además es muy viva.
Le roba a los vecinos.
Se apodera de su señal inalámbrica de internet y me permite estar conectado las 24 hrs del día.
Gracias a esto me he hecho adicto al YouTube.
Veo cientos de videos.
Entre mis preferencias musicales, está la grande: Liliana Felipe.
La conocí gracias a Susana Sabaleta.
Otra grande.
Parte de mi jardín de Las Suculentas.
Busco Liliana Felipe en YouTube.
Sólo hay un video de ella.
Pero es mi canción favorita de Liliana Felipe.
A nadie.
Interpretada por la cantautora.
Abro de inmediato el video esperando escucharla.
Me encuentro con una gran sorpresa.
Aparte de la canción.
Antes de empezar a cantar, tira una frase que me retumba en los oídos.
Me hace caer la ficha respecto a la obra que estoy trabajando.
Me abre sentido.
Me explica mucho del material con que cuento.
Corto el video para escuchar de nuevo la frase.
Seguramente, a muchos les parecerá una frase y ya.
Una frase interesante.
Una frase más.
Qué sé yo.
En mi caso, resulta ser el agua para esta tierra que estoy trabajando y me activa mucho.
La escucho de nuevo.
Y al final, el placer de escuchar por fin la canción.
A nadie.


20 QUE SE CUENTE UNA HISTORIA

Una de las premisas del trabajo.
Que se cuente una historia.
No quedarse en la pura experimentación.
Que se cuente una historia.
Es común escuchar que el teatro cuenta historias.
Personalmente no comulgo del todo con esa postura.
Creo que el Teatro es MUCHO más que sólo contar historias.
Para contar historias ya está el Cine.
Dicen que la Fotografía liberó a la Pintura de retratar la realidad.
Yo creo que el Cine liberó al Teatro de contar historias.
El teatro posee ya en sí mismo un valor narrativo.
Las obras teatrales que niegan la narración, narran la negación de la narración.
Por otra parte, hay múltiples narraciones.
Una narrativa como sucesión de acciones.
Una narrativa como línea anecdótica.
Una narrativa como temática; es puro paradigma, no es sintagmática ni anecdótica.
Una narrativa desde el puro valor de la palabra. Narrativa como léxico. A través de la palabra aparece lo poético. ¿Por qué se usaron esas palabras y no otras?
Y…
Si ya el Teatro trae impreso en sí mismo todos estos valores, ¿por qué la necesidad de remarcarlos?
¿Realmente la función del Teatro es contar historias?
En el caso de este texto, es una de las premisas del trabajo.
Que se cuente una historia.
¿Pero cuál es la historia?
Intentaré apelar más a los diferentes valores narrativos que a la simple función de contar historias.
Pero algo se contará, eso ni dudarlo.

19 ¿CÓMO INICIA?

El texto sigue avanzando.
Aún no tengo el inicio del mismo.
Debo encontrarlo.
Debe estar en concordancia con este mundo raro.
Establecer las reglas del juego rápidamente y quitarme eso de encima.
Debo plantear de buenas a primeras que este es un mundo raro.
Cuando te hablen de amores…
No sé cómo será, pero debe ser así.
Por lo general, soy de inicios lentos.
Me gusta tomarme mi tiempo al empezar.
Después toma cuerpo la cosa.
Y al final, una cadencia.
Cerrar con calma.
Encuentro una similitud entre mis textos y Bohemian Rapsody de Queen.
Similitud en términos de estructura.
Me gustaría que mis textos llegaran a ser lo grandiosa que es Bohemian Rapsody.
Y bueno, ¿cómo será el inicio?
Raro.
El inicio de una obra teatral no siempre concuerda con el inicio de la historia que la obra teatral contiene.
Sigo con el juego de voces.
Escribir para ciegos.
¿Estos personajes se conocían ya?
¿Es la primera vez que se ven?
Empiezo a jugar con voces al inicio.
Preguntas.
Armo algo y de pronto, ahí está, otra vez: Sanchís Sinisterra.
El inicio que he planteado me recuerda al inicio de “Ñaque. O de piojos y actores”.
Dos tipos buscándose.
Yo planteo sólo un tipo buscando a otro.
Uno busca y el otro ya está.
Pero el otro no espera al que lo busca.
Sólo está.
Él espera otra cosa.
No sé qué espera.
Pero algo esperará.
A Godot, posiblemente.
Armo un inicio a modo de voces.
Habrá que probarlo a ver si funciona.
Si es un error, se cambia y listo.
No miedo al error.