20070724

01 EL INICIO

Procesos teatrales hay tantos como cantidad de tipos que quieren hacer teatro. No creo que haya una regla para elaborar un montaje o para escribir un texto.
Sí, hay generalidades que son las que se atienden en las escuelas de teatro y a las que se apega uno para intentar no estar tan perdido, pero estas generalidades deben devenir en particularidades propias del hacedor.
Al menos por salud, es lo recomendable.
Creo.
Si el teatro fuera tan simple como tomar una plantilla y calcarla, hace años que se hubiera dejado de hacer.
Y así como hay diferentes procesos de montaje, hay diferentes procesos de escritura.
Cada obra es única y diferente de la anterior.
Cada obra de teatro es un mundo particular, con sus reglas internas que lo hacen sustentarse por sí mismo.
Es lo que no puede ser de otro modo.
En este caso, el proceso de escritura fue uno que no había vivido.
Hasta ahora, mis procesos de escritura tenían la generalidad de partir de una imagen que se iba aclarando y reconstruyendo desde la escritura en el papel o en el teclado y desde lo que a mí como autor me interesaba, con mi imaginario personal, mis vicios, mis complejos, mis deseos, inquietudes, etc. que se ponían al servicio de la ficción para terminar construyendo algo nuevo.
Escritor de escritorio, vaya.
Es bueno hacer cambios.
Ahora: dos actores y una inquietud.
Los dos actores llaman a una directora para que los dirija.
No hay nada en claro, sólo el deseo de trabajar.
La directora es joven e inteligente. No es de esos directores que dicen “el mejor dramaturgo es el dramaturgo muerto”.
Ella, como directora, quiere trabajar con dramaturgos jóvenes y abrir el diálogo con ellos.
Los actores están de acuerdo.
Actores y directora platican sobre el proyecto, sobre lo que quieren hacer, porqué hacerlo.
Elaboran una serie de materiales: cartas, búsqueda de textos, listados de palabras que tengan en común dentro de los escritos que están elaborando.
Ahora: a buscar un dramaturgo.
Leyeron a 10 personas y al final quedaron 3 finalistas.
De esos 3 se hizo una relectura para elegir al que más se apegara a los hallazgos que tuvieron en el trabajo previo.
Al final, eligieron al que ahora redacta todo esto.
Yo.
Mucho gusto.
Me reuní con la directora.
Me presentó el proyecto.
Yo, encantado de la vida.
La idea es partir de improvisaciones y que de estas vaya saliendo el texto.
Un problema: Ni los actores, ni la directora, ni la asistente de dirección ni el dramaturgo han participado alguna vez en un proceso similar. Habrá que inventar sobre la marcha.
Me reuní con los actores, la directora y la asistente de dirección.
Me presentaron el trabajo que ya habían hecho, los acuerdos a los que llegaron y porqué quieren hacer esto.
En general, tenemos mucho en común.
Queremos decir algo.
No trabajar por trabajar.
Montar por montar.
Ser honestos.
Por más sencillo que sea el trabajo, que realmente dejemos algo en él.
Trabajar no por gasto sino por gusto.
Hacer algo memorable, al menos para nosotros.
Su visión es similar a la mía, por ese lado no hay problema. Esto aligera mucho del trabajo. No hay que estar conciliando grandes cosas.Iniciaremos con las improvisaciones y a ver a qué puerto llegamos.

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