20070804

16 ¿SOLUCIÓN ACERTADA?

No sé si esto es lo mejor, pero está funcionando.
Meter humor le está quitando todo el aire solemne al texto.
Y no rompe.
No hace ruido.
Buena señal.
Todo lo que hace ruido siempre termina por romperse.
Hay que hacerle caso a las intuiciones.
Me está ayudando a avanzar con relativa facilidad.
Y me divierte.
Hay placer en la escritura.
Me río con lo que va pasando.
Sigamos.
Se decidió que los personajes se llamen A y B.
No es de mi completo agrado.
Para alguien que siempre les pone nombres, es raro.
Se siente raro.
No precisamente hace ruido.
Lo de A y B en general comulga bastante bien con el resto de elementos que van conformando el texto.
Pero algo tendré que hacer para quedar completamente conforme respecto a la falta de nombres.
Fui prospecto a cura y tengo metido eso de querer andar bautizando a la gente.
Ya algo saldrá.
Un lugar sin escenografía, no hay presupuesto.
Hasta ahora viene bien.
No me estoy preocupando tanto por el espacio.
No por una falta de responsabilidad sobre lo escénico.
Últimamente me da por pensar que escribo para ciegos.
Me interesa más la palabra.
Cómo suena, cómo se va articulando.
Crear ritmos en el lenguaje.
Cómo se escucha.
Ya en Canto de plañideras empecé con la exploración de la voz más que del personaje.
Eso permitió juegos interesantes.
Lo que fue accidental se convirtió en un accidente afortunado.
Y en este momento, pensar en las voces me saca de pensar en nombres para los personajes y meterme así en automático a lo psicológico.
Sé que lo psicológico en los personajes es mi fuerte.
Y lo más fácil es apelar a mi fuerte.
A mi zona de seguridad.
Pero vale la pena jugar con otras cosas antes de eso.
Pienso en espacio oscuro.
No hay un lugar concreto.
Sólo se escuchan las voces.
Intento mantener el carácter lúdico en el texto.
Que haya un espíritu infantil.
Algo que traigo impreso.
En el Fraccionamiento donde vivo en Oaxaca, mis amigos son todos menores que yo.
No tengo amigos de mi edad.
Siempre me llevé con los niños de la cuadra.
Pero los tiempos cambian
Hemos crecido.
Ellos ya empiezan a tener hijos.
Yo sólo los veo admirado recordando cuando eran chiquitos y jugábamos fut bol.
Escondidas.
Burro castigado.
Y ahora ya crecieron.
Bueno, algo de eso puedo rescatar.
La nostalgia por los juegos de niños.
Un carácter festivo.
Etc.
Me parece que va funcionando.

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